Según la Comisión de Operaciones del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) existen a nivel regional alrededor de 27,781 familias afectadas, y se presume que son 80 mil personas damnificadas. Además producto de la magnitud de las precipitaciones pluviales se ha estimado que las viviendas afectadas son alrededor de 7,352, mientras las viviendas destruidas contabilizan las 4,674.
Entre las provincias más afectadas tenemos según orden de gravedad las siguientes: Quispicanchi, Cusco, Urubamba, Anta, Calca, Paruro, Acomayo, Paucartambo y Chumbivilcas.
Las cifras mencionadas son preliminares al 29 de enero. Recién se encuentran levantando información y se está realizando cruce de información para precisar la verdadera magnitud, dado que siempre hay aprovechados de la desgracia de la gente que se ha podido filtrar como damnificados. Se puede observar el siguiente cuadro:
Se estima alrededor de 1000 millones de soles en perdidas en infraerstructura.
Por el lado productivo se estima 14 mil hectáreas agrícolas entre perdidas y afectadas, sin embargo existen alrededor de 60 mil hectáreas aseguradas, sobre todo los cultivos de papa y maíz, por lo que se estima una perdida productiva del 23%, cifra preocupante y que contradice al gobierno aprista que quiere minimizar la situación del agro en el Cusco.
Entre las provincias más afectadas tenemos según orden de gravedad las siguientes: Quispicanchi, Cusco, Urubamba, Anta, Calca, Paruro, Acomayo, Paucartambo y Chumbivilcas.
Las cifras mencionadas son preliminares al 29 de enero. Recién se encuentran levantando información y se está realizando cruce de información para precisar la verdadera magnitud, dado que siempre hay aprovechados de la desgracia de la gente que se ha podido filtrar como damnificados. Se puede observar el siguiente cuadro:
Se estima alrededor de 1000 millones de soles en perdidas en infraerstructura.
Por el lado productivo se estima 14 mil hectáreas agrícolas entre perdidas y afectadas, sin embargo existen alrededor de 60 mil hectáreas aseguradas, sobre todo los cultivos de papa y maíz, por lo que se estima una perdida productiva del 23%, cifra preocupante y que contradice al gobierno aprista que quiere minimizar la situación del agro en el Cusco.
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