PST -Perú
Desde el 27 de julio el pueblo de La Convención, provincia del Cusco, realiza una huelga indefinida contra la exportación del gas de Camisea y en rechazo al gigantesco negociado que el consorcio exportador viene realizando en torno a ella con el padrinazgo el gobierno.
Alan García, defensor intransigente de la exportación del gas en beneficio del consorcio Hunt Oil-Repsol-Pluspetr ol, ordenó, desde el primer día, la represión de los huelguistas, y ahora que la lucha se extiende y profundiza, ha declarado el estado de emergencia y enviado más tropas amenazando con desatar un nuevo Baguazo, es decir un nuevo baño de sangre.
Los dirigentes del Frente de Defensa que dirigen y organizan la huelga no se amilanan ante estas medidas y al contrario anuncian que continuarán con ella en defensa del recurso energético para el sur. En tanto, delegaciones de los poblados circundantes llegan a la ciudad para respaldar la medida y las organizaciones populares del sur también se disponen a apoyar la lucha.
En la provincia de La Convención se ubica el yacimiento de Camisea de donde Pluspetrol extrae el gas que luego transporta a Lima mediantes ductos para ser distribuidos a termoeléctricas, industrias, vehículos y viviendas.
El conflicto surgió hace un mes cuando el consorcio inició la exportación del gas con el decidido apoyo del gobierno. El gran problema es que se decide exportar gas a expensas de desabastecer el mercado interno, en especial a los diversos usuarios de este recurso.
El problema cobra niveles de escándalo cuando se descubre que el precio de exportación es cinco veces menos que el precio que pagan los usuarios locales (0.5 dólares por millón de BTU frente a 2.5), y es vendido en el mercado internacional por ocho y hasta diez veces más representando un negocio redondo para el consorcio en claro perjuicio del país.
El negociado es mayor aún porque comprende la venta de líquidos (que vienen con el gas natural), uno de cuyos componentes es el GLP de uso doméstico. El GLP, extraído de nuestras tierras, se nos vende como si fuera importado y es más caro que en cualquier país vecino; en la propia localidad de donde se extrae llega a ser inaccesible para el pueblo porque llega a costar 40 y 50 soles el cilindro.
El desabastecimiento del gas implica, además, que el sur se quede sin el precisado recurso pues no hay ni habrá gas para el prometido “gasoducto andino” visto como esencial para promover el desarrollo de la región sur, una de las más pobres del país.
Esto ocurre en un momento en que las zonas altoandinas son afectadas por el fenómeno del friaje que ya ha costado 407 vidas, sobre todo de niños, fenómeno que puede ser contrarrestado si se dispusiera del recurso del gas para generar calefacción o al menos para generar los recursos que permitan ayudar a la población necesitada.
El pueblo de La Convención se ha levantado en defensa de la soberanía nacional y de un recurso que pertenece al pueblo, y que por obra del gobierno hoy se destina para llenar los bolsillos de un puñado de multinacionales.
El pueblo de La Convención ha dado el primer paso. Este paso debe ser seguido por todas las organizaciones obreras y populares, pues sólo la lucha unida de todo el pueblo puede y debe derrotar esta afrenta del gobierno de Alan García y defender nuestra soberanía sobre dicho recurso.
Esta situación se produce en un momento donde, en otra parte del país, en La Oroya, siguiendo la misma política antinacional, el gobierno ha ordenado el cierre de la planta metalúrgica dejando en la calle a 3 500 trabajadores, con lo que, además, se condena a la desaparición a todo un pueblo que vive de sus operaciones.
Basta de entreguismo. Basta de abusos. La CGTP ha dispuesto algunas marchas y lavados de bandera que hasta hoy han resultado absolutamente insuficientes frente a la magnitud del problema. Hoy tiene la oportunidad de convocar a las fuerzas de toda la población y de la clase trabajadora, y en unidad con la CNA, CCP, AIDESEP y los Frentes de Defensa Regionales, llamar a una movilización y un Paro Nacional en apoyo a La Convención.
Las banderas de La Convención son las de todo el pueblo: Por soberanía nacional, fuera el consorcio Hunt Oil-Repsol- Pluspetrol. Por gas para los peruanos, ni un átomo para la exportación. Nacionalizació n sin indemnización para poner el gas al servicio del pueblo pobre. Fuera el gobierno entreguista de García. Movilización unitaria y paro nacional, ahora.
Lima, agosto 2010
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