En estos días el estado peruano a través del poder ejecutivo y el congreso se ha esforzado por relacionar la palabra nativo con la idea de salvaje y atrasado, pero hasta ahora nadie ha caído en la cuenta que nativo es aquella persona nacida en la tierra que habita, es decir dentro de esa categoría estamos todos los que por ventura somos hijos orgullosos de esta fecunda y hermosa tierra amazónica y andina. Nuestras naciones son orgullosas herederas de una tradición colectivista milenaria, que ha conservado los bosques, las montañas, las quebradas, las punas, las pampas, las lagunas, los desiertos, el mar, como dedicados hijos que corresponden los regalos de la naturaleza. Somos los mismos indios que España intento diezmar, los mismos que con nuestra sangre alumbramos la patria criolla, que ahora nos diezma en Bagua con bombas y balas de guerra, abandona en las punas andinas de frio implacable, es cómplice del despido de 80 mil trabajadores disque para salvar la crisis, apelando a una imposible unidad poli-clasista sostenida por los burócratas sindicalistas ahora concentrados en cálculos electorales.
Mientras nuestras entrañas nativas aun humean, nuestros hermanos en Cusco han preferido festejar y ganar un sencillo con el turismo ¿Qué cultura es esta qué ve como ofensa la defensa de la soberanía de nuestro pueblo?, ¿Qué fiesta fue esta que ha vendido nuestra dignidad a costo de bagatela?, ¿Qué día del campesino festejaron en la ciudad si los pueblos alzados estamos en las carreteras defendiendo el agua y alimento de todos?, ¿Qué autoridades y dirigentes son estos que no ven por el pueblo y se concentran en el 2011? Somos nativos trabajadores y campesinos del campo y la ciudad, somos la simiente del futuro, somos los que con nuestro trabajo alimentamos, vestimos, transportamos, educamos y construimos el ahora sabiéndonos diversos, diferentes y equivalentes, por eso nos temen por que al forjar el poder de la unidad obrero-campesina, socavamos las bases de este estado genocida.
Dos pasos atrás uno adelante la lucha continua, no desmayar, seguir hasta la derogatoria total del paquete de decretos ley del “TLC”.
Aunque el gobierno jugando sus cartas bombero ha logrado contener el fuego, todos sabemos que el incendio no se ha extinguido, la huelga indefinida de los hermanos amazónicos, los levantamientos campesinos en Canchis y Andahuaylas, el alzamiento obrero en La Oroya, son conflictos sin solución y latentes, son dolores de parto, la recuperación del movimiento social en Perú, todos tienen en común que expresan el descontento general contra el gobierno y han ganado la solidaridad del pueblo, este común denominador es un factor nuevo y positivo, pero carece de centralización y aunque expresan el sentir de los explotados, pero no termina de definirse como una alternativa al estado de cosas. Queda en videncia que los dirigentes de la FDTC (federación de Trabajadores del Cusco, sección de la CGTP), se preocupan más por las ganancias perdidas en el sector turismo, sacando las manos del conflicto, aplazan las luchas “para no afectar las fiestas” o “no chocar con el pueblo”, estos dirigentes timoratos hacen sus cálculos electorales y saben bien que si se comprometen a fondo, la caída del gobierno, dejaría unas condiciones en las que gobernar sería difícil al calor de un proceso de recuperación de las organizaciones populares y obreras, por ello prefieren la vía de la negociación y la estabilidad democrática que ofrecen los oligarcas en el poder, es decir se aseguran su pequeña cuota de poder.
La presión popular ha hecho que el gobierno juegue a la conciliación, ha prometido consultar a los pueblos nativos las leyes que pretenden entregar nuestros recursos naturales, agua, petróleo, gas, minerales, bosques, suelos, es decir nuestros recursos naturales a las transnacionales, más la lección está dada por los hermanos amazónicos el estado no dará paso atrás por el camino legal, recordemos, no olvidemos que la derogatoria de las leyes 1090 y 1064 es producto de la movilización, la toma de carreteras y la sangre derramada, ni la letanía del carácter constitucional del convenio 169 de la OIT, ni las cientos de horas esperando la entrevista con los ministros, ni la gestión de los congresistas, nada logro tanto como la fuerza de la lucha popular.
Tenemos que estar alertas, la victoria amazónica puede convertirse en una derrota ya que detrás de la derogatoria existe la intención gubernamental de continuar con la aplicación del TLC y una apuesta por reeditar estos decretos con otro contenido después de engatusar a los líderes amazónicos y continuar con su política de represión militar y policial como ya nos lo mostró en Bagua, pues, es su única forma de mantenerse y seguir velando por los intereses de los capitalistas.
Los trabajadores de las ciudades desorientados por nuestras direcciones vemos el problema del campo como algo lejano y no asumimos nuestro papel en la resistencia a esta ola neocolonizadora, ya con Fujimori se nos obligo a renunciar a nuestros derechos colectivos de negociación sindical, se desestructuro nuestros sindicatos y flexibilizó el régimen laboral, estas medidas son ahora legalizadas con la nueva ley del trabajo que exige el TLC con EEUU; la lucha amazónica y andina que resiste a la aplicación del TLC es la misma lucha que la de los obreros mineros y textiles despedidos y sometidos a regímenes inhumanos de explotación.
La única salida por tanto es resistir hasta derrotar esta segunda ola neoliberal, formando un comando unitario de lucha que agrupe a todos los sectores en conflicto, elabore una plataforma común y se proponga avanzar hasta derrotar al gobierno y encarcelar a los genocidas de palacio y el parlamento.
Nuestra propuesta “unidad del campo y la ciudad” por:
La cancelación del TLC y todas las leyes que de él derivan.
La derogatoria de la ley de aguas que nos dejará sin agua por priorizar la extracción de minerales y la agroindustria capitalista.
La anulación de las concesiones mineras.
Derogatoria del paquete de leyes que criminalizan la protesta popular.
Liberación de todos los detenidos por defender la soberanía territorial, no más presos políticos.
Que la crisis la paguen los ricos y no se cargue sobre las espaldas del pueblo trabajador.
La reposición de todo despedido producto de la crisis.
Rebaja de horas de trabajo sin reducción de salarios para ocupar una mayor masa laboral, resolver el desempleo y salir de la crisis.
Aumento de salarios que respondan al incremento del costo de vida y ayuden a salir de la crisis a los trabajadores.
Expropiación de las mineras e industria bajo control y administración de sus obreros.
Aumento de presupuesto para los sectores agrícola, salud, educación y vivienda.
Abajo las leyes que liberalizan la carrera del magisterio y otras carreras profesionales como en el sector turístico.
Gas para el pueblo trabajador peruano, no más exportaciones baratas que no revierten en el bienestar del pueblo.
Apoyo al agro para potenciar la producción nacional y renunciar a la importación de alimentos. No a los transgénicos, si soberanía alimentaria, si a la diversidad y variabilidad agrícola que sostiene nuestro pueblo.
Un estado poli-nacional donde se garanticen los derechos colectivos de las comunidades y los trabajadores.
Luchar hasta que caigan los tiranos de palacio, el congreso, la policía y el ejército, por una asamblea constituyente de trabajadores del campo y la ciudad.
Tomar el ejemplo de La Oroya, Andahuaylas, Canchis y los pueblos amazónicos: Huelga general hasta encarcelar al gabinete genocida de Simons, se cumplan las demandas populares y se retiren las investigaciones contra nuestros hermanos luchadores.
Denunciar el oportunismo electoral y el carácter conciliador de algunos dirigentes vendidos.
Vivan las luchas de los trabajadores del campo y de la ciudad.
Si al socialismo, si a la vida.
Mientras nuestras entrañas nativas aun humean, nuestros hermanos en Cusco han preferido festejar y ganar un sencillo con el turismo ¿Qué cultura es esta qué ve como ofensa la defensa de la soberanía de nuestro pueblo?, ¿Qué fiesta fue esta que ha vendido nuestra dignidad a costo de bagatela?, ¿Qué día del campesino festejaron en la ciudad si los pueblos alzados estamos en las carreteras defendiendo el agua y alimento de todos?, ¿Qué autoridades y dirigentes son estos que no ven por el pueblo y se concentran en el 2011? Somos nativos trabajadores y campesinos del campo y la ciudad, somos la simiente del futuro, somos los que con nuestro trabajo alimentamos, vestimos, transportamos, educamos y construimos el ahora sabiéndonos diversos, diferentes y equivalentes, por eso nos temen por que al forjar el poder de la unidad obrero-campesina, socavamos las bases de este estado genocida.
Dos pasos atrás uno adelante la lucha continua, no desmayar, seguir hasta la derogatoria total del paquete de decretos ley del “TLC”.
Aunque el gobierno jugando sus cartas bombero ha logrado contener el fuego, todos sabemos que el incendio no se ha extinguido, la huelga indefinida de los hermanos amazónicos, los levantamientos campesinos en Canchis y Andahuaylas, el alzamiento obrero en La Oroya, son conflictos sin solución y latentes, son dolores de parto, la recuperación del movimiento social en Perú, todos tienen en común que expresan el descontento general contra el gobierno y han ganado la solidaridad del pueblo, este común denominador es un factor nuevo y positivo, pero carece de centralización y aunque expresan el sentir de los explotados, pero no termina de definirse como una alternativa al estado de cosas. Queda en videncia que los dirigentes de la FDTC (federación de Trabajadores del Cusco, sección de la CGTP), se preocupan más por las ganancias perdidas en el sector turismo, sacando las manos del conflicto, aplazan las luchas “para no afectar las fiestas” o “no chocar con el pueblo”, estos dirigentes timoratos hacen sus cálculos electorales y saben bien que si se comprometen a fondo, la caída del gobierno, dejaría unas condiciones en las que gobernar sería difícil al calor de un proceso de recuperación de las organizaciones populares y obreras, por ello prefieren la vía de la negociación y la estabilidad democrática que ofrecen los oligarcas en el poder, es decir se aseguran su pequeña cuota de poder.
La presión popular ha hecho que el gobierno juegue a la conciliación, ha prometido consultar a los pueblos nativos las leyes que pretenden entregar nuestros recursos naturales, agua, petróleo, gas, minerales, bosques, suelos, es decir nuestros recursos naturales a las transnacionales, más la lección está dada por los hermanos amazónicos el estado no dará paso atrás por el camino legal, recordemos, no olvidemos que la derogatoria de las leyes 1090 y 1064 es producto de la movilización, la toma de carreteras y la sangre derramada, ni la letanía del carácter constitucional del convenio 169 de la OIT, ni las cientos de horas esperando la entrevista con los ministros, ni la gestión de los congresistas, nada logro tanto como la fuerza de la lucha popular.
Tenemos que estar alertas, la victoria amazónica puede convertirse en una derrota ya que detrás de la derogatoria existe la intención gubernamental de continuar con la aplicación del TLC y una apuesta por reeditar estos decretos con otro contenido después de engatusar a los líderes amazónicos y continuar con su política de represión militar y policial como ya nos lo mostró en Bagua, pues, es su única forma de mantenerse y seguir velando por los intereses de los capitalistas.
Los trabajadores de las ciudades desorientados por nuestras direcciones vemos el problema del campo como algo lejano y no asumimos nuestro papel en la resistencia a esta ola neocolonizadora, ya con Fujimori se nos obligo a renunciar a nuestros derechos colectivos de negociación sindical, se desestructuro nuestros sindicatos y flexibilizó el régimen laboral, estas medidas son ahora legalizadas con la nueva ley del trabajo que exige el TLC con EEUU; la lucha amazónica y andina que resiste a la aplicación del TLC es la misma lucha que la de los obreros mineros y textiles despedidos y sometidos a regímenes inhumanos de explotación.
La única salida por tanto es resistir hasta derrotar esta segunda ola neoliberal, formando un comando unitario de lucha que agrupe a todos los sectores en conflicto, elabore una plataforma común y se proponga avanzar hasta derrotar al gobierno y encarcelar a los genocidas de palacio y el parlamento.
Nuestra propuesta “unidad del campo y la ciudad” por:
La cancelación del TLC y todas las leyes que de él derivan.
La derogatoria de la ley de aguas que nos dejará sin agua por priorizar la extracción de minerales y la agroindustria capitalista.
La anulación de las concesiones mineras.
Derogatoria del paquete de leyes que criminalizan la protesta popular.
Liberación de todos los detenidos por defender la soberanía territorial, no más presos políticos.
Que la crisis la paguen los ricos y no se cargue sobre las espaldas del pueblo trabajador.
La reposición de todo despedido producto de la crisis.
Rebaja de horas de trabajo sin reducción de salarios para ocupar una mayor masa laboral, resolver el desempleo y salir de la crisis.
Aumento de salarios que respondan al incremento del costo de vida y ayuden a salir de la crisis a los trabajadores.
Expropiación de las mineras e industria bajo control y administración de sus obreros.
Aumento de presupuesto para los sectores agrícola, salud, educación y vivienda.
Abajo las leyes que liberalizan la carrera del magisterio y otras carreras profesionales como en el sector turístico.
Gas para el pueblo trabajador peruano, no más exportaciones baratas que no revierten en el bienestar del pueblo.
Apoyo al agro para potenciar la producción nacional y renunciar a la importación de alimentos. No a los transgénicos, si soberanía alimentaria, si a la diversidad y variabilidad agrícola que sostiene nuestro pueblo.
Un estado poli-nacional donde se garanticen los derechos colectivos de las comunidades y los trabajadores.
Luchar hasta que caigan los tiranos de palacio, el congreso, la policía y el ejército, por una asamblea constituyente de trabajadores del campo y la ciudad.
Tomar el ejemplo de La Oroya, Andahuaylas, Canchis y los pueblos amazónicos: Huelga general hasta encarcelar al gabinete genocida de Simons, se cumplan las demandas populares y se retiren las investigaciones contra nuestros hermanos luchadores.
Denunciar el oportunismo electoral y el carácter conciliador de algunos dirigentes vendidos.
Vivan las luchas de los trabajadores del campo y de la ciudad.
Si al socialismo, si a la vida.
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