Escrito por Jeferson Choma - PSTU
Viernes 25 de Marzo de 2011 01:11
Después del terremoto y los tsunamis, los japoneses están amenazados de sufrir un desastre nuclear.
El viernes 11 de marzo Japón fue sacudido por un de los mayores terremotos registrados en el mundo, llegando a una magnitud de 9 grados en la escala de Richter. Tras el terremoto el país sufrió también con un tsunami que devastó algunas ciudades de la costa nordeste del país. Las imágenes del tsunami destruyendo casas, carros, aviones y de una montaña de destrozos siendo arrastrados por la fuerza de las olas son impresionantes.Antes que nada, queremos enviar nuestro más profundo sentimiento de solidaridad a todos los japoneses y sus familiares. Por la intensidad del terremoto el desastre podría ser aún mayor, en el caso que se abatiese sobre otro país y no en el rico Japón. A efectos de comparación, el temblor que mató a más de 230 mil personas en Haití, en enero del 2010, fue 900 veces menor al japonés. O sea, si el mismo terremoto, seguido por un tsunami, ocurriese en algún país pobre como Haití o Indonesia, el número de víctimas ciertamente se contaría con centenas de miles. Es importante recordar que Indonesia y Sumatra ni siquiera fueron alertados del tsunami que devastó esos países en el 2004.Desastre nuclear
Sin embargo, la tragedia japonesa ahora amenaza transformarse en una gran catástrofe nuclear. La usina nuclear Fukushima 1, a cerca de 250 kilómetros al nordeste de Tokio, ha tenido por lo menos cinco explosiones por causa del terremoto y hay contaminación radiactiva alrededor de la planta. Otra planta que el gobierno decretó bajo estado de emergencia fue la de Onagawa.La posibilidad de un desastre nuclear sorprende a mucha gente, pues Japón siempre fue considerado un modelo de prevención de desastres naturales, con experiencia en sismos. Se gastan miles de millones en planeamiento para el desarrollo de tecnología para limitar los daños de temblores y tsunamis. La pregunta es: ¿cómo puede ser que el gobierno japonés haya dejado fuera de este planeamiento a las plantas nucleares? La respuesta a esa cuestión evidencia una gran negligencia de los gobernantes del país.Japón tiene 55 plantas de este tipo, fundamentales para alimentar una de las mayores economías capitalistas del mundo. Entre ellas está la mayor planta nuclear del mundo, la de Kashiwazaki-Kariwa. Por increíble que pueda parecer, esa planta fue construida sobre una falla geológica. En julio del 2007, la planta de Kashiwazaki-Kariwa estaba a 19 kilómetros del epicentro de un terremoto de 6.8 grados de magnitud en la escala de Richter, lo que causó algunos daños en la planta. Hoy, la planta se encuentra en funcionamiento, después de realizarse obras de reparación que costaron US$ 1,6 millones.Lo que las autoridades no dicen
Luego del anuncio del escape radiactivo en la planta nuclear de Fukushima, el balance de los hechos ya asusta. Más de 210 mil habitantes de la región donde queda la planta tuvieron que ser evacuados y otros 160 mil han sido puestos en cuarentena por las autoridades, que están en riesgo de contaminación por radiación. Una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros de diámetro ya fue creada en la región. Dentro de ella, a los pobladores se les prohíbe salir de sus casas. A pesar de todo eso, el gobierno del país demoró en alertar sobre la gravedad de la situación.En un reportaje del periódico norteamericano The New York Times, especialistas ya habían alertado que la planta no estaba funcionando adecuadamente después del terremoto. Según este periódico, las cantidades de cesio (elemento químico radiactivo que, en contacto con el oxígeno, el calor y en plantas nucleares, se fusiona rápidamente) que fueron detectadas indicaban claramente que el combustible que alimenta la planta ya estaba damnificado. Así y todo, las autoridades japonesas se mantuvieron inertes por horas hasta que ordenaron la evacuación del área. Ahora entregan informaciones a cuentagotas a la población. Según informaciones del gobierno japonés, la planta ni fue planeada para aguantar temblores superiores a 7.9 grados en la escala de Richter, muy por debajo de la intensidad del terremoto que sacudió a Japón.“La situación se volvió tan crítica que no hay más, según parece, capacidad de hacer ingresar agua dulce para refrigerar al reactor y estabilizarlo y, ahora, como último recurso y extremo, recurren al agua del mar”, dijo Robert Alvarez, especialista en desarme nuclear del Instituto de Estudios Políticos de Washington. Pero, mientras el gobierno de Japón se apresta a calmar a la población, minimizando los impactos de la tragedia, continúan las explosiones alcanzando a los reactores de la planta. Todo indica que el accidente nuclear puede ser más grave de lo que dicen las autoridades japonesas.En el periódico español El País, André-Claude Lacoste, de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, informó que el accidente en la planta nuclear de Fukushima está “más allá de Three Miles Island, sin llegar [al nivel de] Chernobyl”. La autoridad se refiere a los dos más importantes accidentes nucleares de la historia reciente.En 1979, el accidente de Three Miles Island, próximo a la ciudad de Harrisburg (Pensilvania, EEUU), alcanzó el nivel 5, esto es, un accidente con consecuencias de mayor alcance. Poco antes de divulgar su evaluación sobre el accidente nuclear en Japón, el gobierno de Francia orientó a sus ciudadanos a que se retiren inmediatamente del país. Para los franceses ese nivel ya fue alcanzado por el accidente de Fukushima I, y camina al nivel 6. La declaración contradice la versión oficial del gobierno japonés que hasta ahora calificó al accidente en nivel 4, con consecuencias y alcance locales.La escala de los niveles de gravedad con accidentes nucleares va hasta 7 (accidente grave), nivel que fue alcanzado únicamente por la catástrofe de la planta nuclear de Chernobyl, en Ucrania, en 1986. En esa época, el régimen stalinista de la Unión Soviética ocultó a todo el mundo y a la población ucraniana las reales consecuencias del desastre. Hasta hoy, no se sabe exactamente cuántas personas murieron.El terremoto en Japón fue la mayor tragedia del país registrada desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la tragedia puede ser aún peor debido a la falta de acción del gobierno. Invertir en plantas nucleares siempre fue peligroso, pero construirlas sobre fallas geológicas es más que una mera imprudencia: simboliza el desprecio de los gobernantes a miles de vidas y muestra la fragilidad de la operatividad de plantas de energía nuclear en el sistema capitalista.Fuente: www.pstu.org.br
El viernes 11 de marzo Japón fue sacudido por un de los mayores terremotos registrados en el mundo, llegando a una magnitud de 9 grados en la escala de Richter. Tras el terremoto el país sufrió también con un tsunami que devastó algunas ciudades de la costa nordeste del país. Las imágenes del tsunami destruyendo casas, carros, aviones y de una montaña de destrozos siendo arrastrados por la fuerza de las olas son impresionantes.Antes que nada, queremos enviar nuestro más profundo sentimiento de solidaridad a todos los japoneses y sus familiares. Por la intensidad del terremoto el desastre podría ser aún mayor, en el caso que se abatiese sobre otro país y no en el rico Japón. A efectos de comparación, el temblor que mató a más de 230 mil personas en Haití, en enero del 2010, fue 900 veces menor al japonés. O sea, si el mismo terremoto, seguido por un tsunami, ocurriese en algún país pobre como Haití o Indonesia, el número de víctimas ciertamente se contaría con centenas de miles. Es importante recordar que Indonesia y Sumatra ni siquiera fueron alertados del tsunami que devastó esos países en el 2004.Desastre nuclear
Sin embargo, la tragedia japonesa ahora amenaza transformarse en una gran catástrofe nuclear. La usina nuclear Fukushima 1, a cerca de 250 kilómetros al nordeste de Tokio, ha tenido por lo menos cinco explosiones por causa del terremoto y hay contaminación radiactiva alrededor de la planta. Otra planta que el gobierno decretó bajo estado de emergencia fue la de Onagawa.La posibilidad de un desastre nuclear sorprende a mucha gente, pues Japón siempre fue considerado un modelo de prevención de desastres naturales, con experiencia en sismos. Se gastan miles de millones en planeamiento para el desarrollo de tecnología para limitar los daños de temblores y tsunamis. La pregunta es: ¿cómo puede ser que el gobierno japonés haya dejado fuera de este planeamiento a las plantas nucleares? La respuesta a esa cuestión evidencia una gran negligencia de los gobernantes del país.Japón tiene 55 plantas de este tipo, fundamentales para alimentar una de las mayores economías capitalistas del mundo. Entre ellas está la mayor planta nuclear del mundo, la de Kashiwazaki-Kariwa. Por increíble que pueda parecer, esa planta fue construida sobre una falla geológica. En julio del 2007, la planta de Kashiwazaki-Kariwa estaba a 19 kilómetros del epicentro de un terremoto de 6.8 grados de magnitud en la escala de Richter, lo que causó algunos daños en la planta. Hoy, la planta se encuentra en funcionamiento, después de realizarse obras de reparación que costaron US$ 1,6 millones.Lo que las autoridades no dicen
Luego del anuncio del escape radiactivo en la planta nuclear de Fukushima, el balance de los hechos ya asusta. Más de 210 mil habitantes de la región donde queda la planta tuvieron que ser evacuados y otros 160 mil han sido puestos en cuarentena por las autoridades, que están en riesgo de contaminación por radiación. Una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros de diámetro ya fue creada en la región. Dentro de ella, a los pobladores se les prohíbe salir de sus casas. A pesar de todo eso, el gobierno del país demoró en alertar sobre la gravedad de la situación.En un reportaje del periódico norteamericano The New York Times, especialistas ya habían alertado que la planta no estaba funcionando adecuadamente después del terremoto. Según este periódico, las cantidades de cesio (elemento químico radiactivo que, en contacto con el oxígeno, el calor y en plantas nucleares, se fusiona rápidamente) que fueron detectadas indicaban claramente que el combustible que alimenta la planta ya estaba damnificado. Así y todo, las autoridades japonesas se mantuvieron inertes por horas hasta que ordenaron la evacuación del área. Ahora entregan informaciones a cuentagotas a la población. Según informaciones del gobierno japonés, la planta ni fue planeada para aguantar temblores superiores a 7.9 grados en la escala de Richter, muy por debajo de la intensidad del terremoto que sacudió a Japón.“La situación se volvió tan crítica que no hay más, según parece, capacidad de hacer ingresar agua dulce para refrigerar al reactor y estabilizarlo y, ahora, como último recurso y extremo, recurren al agua del mar”, dijo Robert Alvarez, especialista en desarme nuclear del Instituto de Estudios Políticos de Washington. Pero, mientras el gobierno de Japón se apresta a calmar a la población, minimizando los impactos de la tragedia, continúan las explosiones alcanzando a los reactores de la planta. Todo indica que el accidente nuclear puede ser más grave de lo que dicen las autoridades japonesas.En el periódico español El País, André-Claude Lacoste, de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, informó que el accidente en la planta nuclear de Fukushima está “más allá de Three Miles Island, sin llegar [al nivel de] Chernobyl”. La autoridad se refiere a los dos más importantes accidentes nucleares de la historia reciente.En 1979, el accidente de Three Miles Island, próximo a la ciudad de Harrisburg (Pensilvania, EEUU), alcanzó el nivel 5, esto es, un accidente con consecuencias de mayor alcance. Poco antes de divulgar su evaluación sobre el accidente nuclear en Japón, el gobierno de Francia orientó a sus ciudadanos a que se retiren inmediatamente del país. Para los franceses ese nivel ya fue alcanzado por el accidente de Fukushima I, y camina al nivel 6. La declaración contradice la versión oficial del gobierno japonés que hasta ahora calificó al accidente en nivel 4, con consecuencias y alcance locales.La escala de los niveles de gravedad con accidentes nucleares va hasta 7 (accidente grave), nivel que fue alcanzado únicamente por la catástrofe de la planta nuclear de Chernobyl, en Ucrania, en 1986. En esa época, el régimen stalinista de la Unión Soviética ocultó a todo el mundo y a la población ucraniana las reales consecuencias del desastre. Hasta hoy, no se sabe exactamente cuántas personas murieron.El terremoto en Japón fue la mayor tragedia del país registrada desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la tragedia puede ser aún peor debido a la falta de acción del gobierno. Invertir en plantas nucleares siempre fue peligroso, pero construirlas sobre fallas geológicas es más que una mera imprudencia: simboliza el desprecio de los gobernantes a miles de vidas y muestra la fragilidad de la operatividad de plantas de energía nuclear en el sistema capitalista.Fuente: www.pstu.org.br
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